domingo, 16 de enero de 2011

Capítulo 2: El regreso al lago


Escritora:
Al día siguiente, Julie preparaba su solicitud para la Roya University al mismo tiempo que hacía sus maletas para las vacaciones en su casa del lago Iznor, un sitio pequeño pero muy bonito y tranquilizador.

Llegó al lago al día siguiente, a su casita de madera. Después de comer fué a pasear por el bosque , respirando el aire puro de las montañas, saliendo del ambiente algo contaminado de su ciudad, cuando vio una enorme casa al otro lado del lago donde se estaba celebrando una fiesta con mucha gente gritando y bebiendo alcohol a las 3 de la tarde.
Libromaníaca:
Se extrañó mucho, pues eran sus padres y ella los únicos que veraneaban en aquel bosque a la orilla del lago Iznor. Solo había unos cuantos matrimonios de ancianos cerca que iban a disfrutar de la época de pesca durante unos meses.
Nunca antes habían tenido vecinos cercanos (aunque aquellos eran ruídosos) en la casita del lago, y la idea no le parecía mala cuando era pequeña porque al anochecer siempre le asustaba el murmullo de los búhos o el aullido de cualquier lobo de la zona, que no había demasiados porque estaban prácticamente en la región de Montreal, pero por lo menos con más vecinos tendrían compañía. Y muchas veces pensaba que sería magnífico tener a una amiga con la que compartir sus excursiones y aventuras durante los veranos en el lago Iznor. Una amiga de verano... una amiga de verdad.
Pero ahora se había dado cuenta de que unos vecinos ruídosos que montasen fiestas todos los días era más que un espanto: le horrorizaba la idea, no le agradaba pensar en que tendría que soportar a unos borrachos que se pasarían las vacaciones incordiando.
Y aquel lugar de paz y tranquilidad que tanto les gustaba a su familia y a ella se convertiría ¿en qué?. No quería ni pensarlo.
Escritora
Cuando paseaba a las orillas del lago,se dirijió a un pueblecito un poco más arriba hacia la montaña, por el curso alto del río que desemboca en el lago,donde Julie tenía algunos amigos de su edad que veraneaban allí.Llegó quince minutos después al pequeño pueblo de nombre Conifers,un pequeño lugar boscal rodeado de buena gente.
Cuando Julie llegó a Conifers,fue a visitar a su amiga Sophie,una chica que veraneaba en casa de su abuela.
Julie llamó a la puerta de la casa,en donde pasaba los veranos Sophie,después una anciana de cara afable y agradable salió tras la puerta de la vieja casa.Julie preguntó donde estaba Sophie,y después la anciana de sonrisa sincera se volvió atrás y haciendo una seña de que esperase la anciana llamó a Sophie,una chica canadiense como Julie,de ojos verdaceós como los abetos y pelo marrón oscuro con tonalidades diferentes al color natural de su cabello.De vestimenta moderna y femenina,con un toque juvenil a su más puro estilo.
Cuando Sophie se acercó a la puerta y vio el rostro de su amiga de verano,la abrazó y sonrió felizmente.Se miraron y sin pensarlo ni decir apenas palabra caminaron hacia el río.Más tarde ya en el lago, Julie y Sophie se sentaron juntas en la hierba fresca de las orilla del lago,mientras hablaban en confianza y compartían sus vivencias durante el úlltimo año,hasta que una pandilla de jóvenes se acercaba a ellas.Al principio se extrañaron pero pensaron que podría ser los demás amigos que veraneaban por alli pero no,eran algunas de las personas que estaban en la fiesta.
Estos miraron con desprecio a las chicas y dijeron entre cotilleos y risas:
-Mira que estúpidas,solo saben estar ahí sentadas haciendo el bobo mientras nos reímos.¡No sabía que estuvieramos en un espectáculo de risa!!!¡Jajaja!!
Ellas entre furiosas y tristes,se levantaron sin pensárselo dos veces y se fueron a otra parte mientras los chicos se reían y las miraban.
Después de que se les confundiera entre los árboles,echaron a correr con lágrimas en los ojos hacia la casa de Julie.
Libromaníaca
Una vez en el jardín ambas se miraron a los ojos y en esa mirada encontraron los momentos, tanto buenos como malos, que habían pasado juntas los años anteriores, desde pequeñas, de veraneo.
La fiesta había terminado. Un montón de latas de cerveza vacías se apilaban tiradas en el campo y restos de todo tipo de snacks se amontonaban en mesas.
Bolsas, latas, botellas... Había de todo en el campo. Julie, furiosa, se dirigió a la casa: ¿Quienes eran ellos para ensuciar el campo que NO era de ellos?
Pero cuando iba a alcanzar el umbral de la puerta, unas risas procedientes del lago la hicieron girarse.
Dos muchachos se bañaban en el lago.
Ella estaba tumbada flotando en el lago con su largo cabello rojizo empapándose, y él estaba sentado sobre la superficie de madera evitando ser mojado por la chica. En la que tantas veces había estado pescando con su padre.
Sophie arqueó las cejas y cogió a Julie de ganchillo; ambas se acercaron al lago y no dudaron en saludarlos de buenas formas:
-¡Hola, qué hay! Somos Julie y Sophie- gritaron a coro-. ¿Quienes sois?
Los miraron con expresión indecisa, pero después también saludaron. El chico dijo:
-Hola, encantados; soy Renèe, y esta- dijo señalando a la pelirroja que saludaba desde el agua, aún tumbada tranquilamente- es mi hermana Claire. Somos de Alsacia, Francia. ¿Y vosotras?
Julie sonrió para sus adentros, tenía el presentimiento de que era el comienzo de una gran amistad. Y de hecho lo era, pasarían muchas aventuras los cuatro juntos. Como la que iban a vivir.




1 comentario:

Gisel dijo...

¡Hola Escritoras! ¿como están? Me gusta mucho la historia :, me pregunto como sera la aventura que vivirán estos cuatro jóvenes... uhh. Les seguiré leyendo.
Se cuidan muchísimo, y adiós.