sábado, 17 de septiembre de 2011

Capítulo 9: Una sombra extraña

 Escritora:
Aquella frase...daba mucho que pensar, pero, Julie, no podía acertar si eso podría habérselo imaginado, o que alguien, de verdad, se lo hubiese dicho.
Estaba confusa, todo era tan raro...aquella caja, lo del radiador...esa frase...Decidió vestirse, con unos pantalones, una chaqueta larga y sus botas altas, y salir a pasear. La mañana estaba tranquila, el viento acariciaba su melena castaña, y el Sol doraba su piel en cada uno de sus pasos justo en la orilla del lago.
Ya era hora, de que fuese a hablar con los demás, no podía ocultar nada...tampoco era algo tan malo no?
Empezó a correr por el bosque en dirección a las aldeas del norte de la montaña, así iría a casa de Sophie, desde allí a la de Elisabeth y luego a por Renneé y Claire. Comenzó a correr, pero no podía aumentar la velocidad o se torcería un tobillo con esas botas que aunque no tuvieran un tacón fino eran altas y podía caerse. Aún así corría deprisa, dejando atrás el agua anaranjada del lago, y corrí rápido hacia la montaña, sentía cansancio, pero no podía parar de correr, sentía miedo, y pensaba que si se detenía en ese momento, podría morir. Seguí corriendo, en una cabezada hacia los lados observó sombras, muchas sombras humanas, quería parar pero tenía miedo, volvió a girar su cabeza hasta mirar fijamente hacia delante, corría con  todas sus fuerzas, pero no fueron demasiadas. Estaba muy cansada, la boca le sabía a sangre, casi no podía respirar y el frío del bosque congelaba sus articulaciones aún más, pero tropezó con algo, y cayó al suelo, y en un intento fallido de levantarse comprobó que había metido su pie en un cepo, pero no era un cepo normal, para animales, si no redondo a modo de esposa, muy grande, que oprimía su bota, intentó quitarsela y seguir, temía que eso no fuese una trampa para animales...si no para humanos. no los cordones estaban muy enredados y no podía moverse más o moriría de dolor. En seguida, en un crital roto vio como algo se acercaba a ella, no paraba de gritar pidiendo ayuda pero algo golpeó la cabeza de Julie, se sentía aturdida, alguien la sujetaba, no podía ver el exterior tenía algo sobre su cabeza...al final sus ojos débiles se durmieron....
Al despertar solo veía algo de color marrón un saco, que le picaba mucho, y tenía sobre su cabeza. Se oían ruidos en el exterior...comenzó a gritar pidiendo ayuda:
-Ayuda, por favor...socorro, quitenme esto...-las lágrimas acariciaban su rostro, pero nadie respondía
El silencio se hizo a su alrededor, y un hombre, pronunció unas palabras en un idioma que desconocía.
-Komm, nimm den Sack
Al instante unos hombres le sacaron aquello de la cabeza, no podía verles las caras, todos llevaban una capucha y algunos, excepto uno, llevaban máscaras.
-Ya te has vuelto a meter en nuestros asuntos niña?! Tenéis que investigarlo todo verdad, tu padre no podía dejar el tema en paz, verdad cría asquerosa- dijo agarrándola por la camiseta
- Oiga, suelte me, quiero marcharme de aquí. Y que tiene que ver mi padre con  que me hayan secuestrado sin razón? Solo es un policía municipal, trabaja en la ciudad.
-No, no. Tu de aquí te marchas cuando yo diga, entendido? A ver que tenéis que meter las narices en donde no os llaman? Largo de aquí escoria! 
Carry den See und werfen es
Varios hombres agarraron a Julie, sacándola de aquella silla vieja y astillada, la agarraron por los brazos y la arrastraban, le colocaron el saco en la cabeza, montaron en una especie de barco y minutos después se lo sacaron dejándola caer al agua profunda del lago atada de pies y manos. La tiraron al agua, y el cuerpo calló al agua, hundiéndose por culpa de un pequeño cepo, de unos 2 kilos que habías puesto es su pie. Julie intentó desatarse mientras pensaba en su muerte, no quería morir, sentía angustia, y miedo. Intentó morder la cuerda de sus manos y consiguió romperla, nadaba como podía hacia la superficie, ya no tenía aire, necesitaba liberarse del cepo...sus pulmones estaban vacíos consiguió sacar su cabeza del agua y repirar un poco pero volvía a caer a las profundidades. Tras un rato de desesperación, llegó a un pequeño trozo de tierra en medio del agua al que se agarró con las fuerzas q le quedaban....se subió a él como pudo y con sus llaves, que aún conservaba en su bolso, con el que la había tirado, rasgó la cuerda, y consiguió liberarse de la cuerda, pero el cepo...movió un pequeño candado con su llave y consiguió desprenderse de él, ya no tenía su chaqueta, ni sus botas, estaba descalza, y el cepo le había causado múltiples heridas en su tobillo derecho.Se echó a nadar de nuevo, y consiguió llegar a la orilla, desde donde se divisaba una casa, le parecía conocida, pero sus ojos se cerraron por el cansancio.
Un rato después una joven, Elisabeth salía de esa casa, y con un gesto de incertidumbre vio a Julie, tirada en la orilla del lago, con rasguños, heridas, y con la ropa totalmente mojada. Elisabeth, llamó rápidamente a los demás, con su móvil, y intentó despertar a Julie, subió a su casa árbol, y cogió su botiquín. Comenzó a curarle las heridas, y Julie se despertó. Sus ojos estaban enrojecidos...y muy débiles....
-Que haces tu aquí, te han atrapado también?
-Eh, no...apareciste aquí, tirada al lado de mi embarcadero, al lado de mi casa...y como, estabas toda mojada me preocupé...mira te he traído ropa limpia, sube a la casa árbol. 
Las dos subieron allí, y Julie, se puso una ropa, seca, y curó sus heridas, ya cuando estaban todos en la cabaña, comenzó a contar lo ocurrido:
-Después de hablar con Reneé,alguien me dijo algo...muy raro...Después iba camino de la casa de Sophie, cuando tropecé con un cepo...pero no era de animales, era de personas...tenía forma de esposas, pero con una bola de metal al final de ella...luego, intenté quitar, pero alguien me golpeó, y otras personas me llevaron en brazos, luego llegué a una cabaña vieja, y unos hombres todos con máscaras y capuchas excepto uno que solo llevaba una túnica con capucha en color negro, me habló, me dijo que no nos entrometiésemos y nombró algo de mi padre...Después me agarraron y me llevaron en un barco...hasta el lago, y me tiraron atada al agua. Me tiraron sin zapatos con la especia de cepo en mi tobillo derecho, con mi bolso, y atada de pies y manos...no creo que quisiesen que sobreviviese...
-Todo esto es muy raro, cuando te pongas mejor, seguiremos hablando, de momento, hasta que vuelvan tus padres, te quedarás en mi casa...-dijo Elisabeth con una sonrisa débil y simpática en su cara de color clara.







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